El equipo que ganó este campeonato fue el que produjo el surgimiento del apodo de los “Diablos Rojos”; este mote surgió del periodista Hugo Marini, del diario Crítica. La copa de 1926 vino acompañada de su segundo campeonato de liga, superando por apenas un punto al ubicado en segunda posición San Lorenzo. En 1575 y después del intento de algunos caballeros de comprar la villa, el rey Felipe II accede a los deseos de los vecinos incorporando la villa al Patrimonio Real, y quedando por tanto el rey como único señor de esas tierras.